Elige la grasa alimentaria adecuada para tu maquinaria industrial y garantiza seguridad, eficiencia operativa y cumplimiento de normas alimentarias.

Grasa alimentaria: clave para la eficiencia y seguridad.

En un sector tan exigente como el alimentario, cada detalle cuenta. La higiene, la seguridad y la eficiencia operativa son fundamentales para garantizar productos de calidad y evitar cualquier tipo de contaminación. En este contexto, la grasa alimentaria se convierte en un elemento clave del mantenimiento industrial.

 


 

Auditoría de calidad de lubricación en planta embotelladora de agua

¿Qué es la grasa alimentaria?

La grasa alimentaria es un tipo de lubricante específicamente formulado para ser utilizado en maquinaria que está en contacto, o puede estarlo de manera incidental, con alimentos. Su composición está regulada por normativas internacionales, como las del organismo NSF (National Sanitation Foundation), que garantizan su seguridad en aplicaciones sensibles.

Estas grasas no solo deben ser eficaces para reducir la fricción y el desgaste, sino que además deben ser químicamente inertes, resistentes a la degradación, y no tóxicas, para no comprometer la inocuidad de los productos alimentarios procesados.

 

En un sector tan exigente como el alimentario, la higiene, la seguridad y la eficiencia operativa son clave. La grasa alimentaria no es solo un lubricante: es garantía de calidad, fiabilidad y cumplimiento normativo.

 


 

Operario engrasando rodamiento con pistola de engrase y grasa alimentaria NSF.

Tipos de grasas alimentarias según su composición y uso

Dentro del mundo de las grasas alimentarias, encontramos diferentes tipos adaptados a distintas necesidades:

  • Grasas sintéticas: fabricadas con aceites base completamente sintéticos, destacan por su excelente comportamiento en condiciones extremas, como altas temperaturas, humedad o presencia de productos de limpieza agresivos.
  • Grasas minerales: aunque cada vez menos utilizadas, algunas formulaciones de base mineral todavía se emplean en entornos donde las condiciones son menos exigentes y los costes son un factor clave.
  • Grasas complejas: ofrecen mayor estabilidad térmica y una mejor resistencia al lavado por agua, lo que las hace ideales para la industria alimentaria donde la limpieza frecuente es una constante. Por ejemplo: grasas con bas de complejo de aluminio o de sulfonato de calcio, etc.

 


 

Engrase de rodamientos de cinta transportadora con grasa alimentaria Interflon

Aplicaciones más comunes de la grasa alimentaria

En la práctica, la grasa para maquinaria alimentaria tiene aplicaciones muy diversas. Su elección adecuada garantiza que la maquinaria funcione sin interrupciones, prolongando su vida útil y evitando costosas paradas de producción.

 

Grasa alimentaria para rodamientos

Uno de los usos más frecuentes es la grasa alimentaria para rodamientos. Los rodamientos son componentes clave en cualquier sistema mecánico, y su correcto engrase evita fallos prematuros. En equipos como amasadoras, cintas transportadoras o sistemas de envasado, la grasa debe resistir tanto el calor como los procesos de lavado con agua a presión.


Grasa para máquinas en contacto con alimentos

También se utiliza grasa alimentaria en motores eléctricos, engranajes, cadenas, guías lineales y válvulas, en entornos donde una pequeña fuga puede suponer un riesgo de contaminación. La elección de una grasa alimentaria para máquinas con la viscosidad y aditivos adecuados puede marcar la diferencia entre una producción continua o una avería imprevista.


Grasa alimentaria industrial en condiciones extremas

En sectores como la industria cárnica, panadera, láctea o de bebidas, las condiciones pueden ser particularmente duras: humedad, presencia de vapor, exposición a productos químicos de limpieza, etc. La grasa alimentaria industrial debe estar formulada para resistir estas condiciones sin degradarse ni perder sus propiedades lubricantes.

 


 

Grasa alimentaria 3H para tijera neumática Airshirz Bettcher

Clasificación NSF de las grasas alimentarias

En la industria alimentaria, no basta con que una grasa sea técnicamente adecuada: debe contar con certificaciones que garanticen su inocuidad y cumplimiento normativo. La más reconocida a nivel internacional es la clasificación otorgada por la NSF (National Sanitation Foundation), que distingue varios tipos de grasas según su posible contacto con alimentos:

 

Grasa alimentaria H1

Este es el tipo de grasa alimentaria más utilizado en la industria. La clasificación H1 indica que el lubricante es seguro para su uso en aplicaciones donde puede producirse contacto incidental con alimentos, como rodamientos en líneas de producción, engranajes en maquinaria de envasado o sistemas de transporte. Es la opción más común en entornos donde la higiene es crítica.


Grasa alimentaria H2

Las grasas con certificación H2 están diseñadas para su uso en zonas donde no existe posibilidad de contacto con alimentos, pero se encuentran dentro del entorno de producción alimentaria. Aunque no requieren los mismos estándares de formulación que una grasa H1, siguen siendo importantes para mantener el funcionamiento de los equipos periféricos sin riesgos de contaminación.


Grasa alimentaria 3H

Este tipo de grasas es menos común y están autorizados para su uso en aplicaciones con contacto directo con alimentos, siempre que no se supere una concentración máxima de 0,012% (120 ppm). Estos productos se utilizan principalmente como agentes desmoldeantes o antiadherentes, evitando que los alimentos se adhieran a superficies durante su procesamiento. Son especialmente útiles en líneas de producción como cintas transportadoras, moldes utilizados en panadería, equipos de corte y maquinaria para desmoldeo en los sectores cárnico y panadero.

 


 

Aplicación de grasa alimentaria nsf en máquina embotelladora

Selección de la grasa alimentaria adecuada

Elegir la grasa alimentaria correcta no es una decisión menor ni debe basarse únicamente en el precio. Se trata de una elección técnica que puede afectar directamente a la seguridad de los alimentos, el rendimiento de la maquinaria y la eficiencia de los procesos productivos.

Para acertar en la selección, es importante tener en cuenta una serie de factores clave:

  • Tipo de maquinaria: ¿Se trata de rodamientos, engranajes abiertos, válvulas, transportadores, cadenas o sistemas hidráulicos?
  • Condiciones de operación: ¿Cuál es la temperatura de trabajo habitual? ¿Hay presencia de vapor, humedad o productos químicos agresivos?
  • Exigencias técnicas: ¿La aplicación requiere propiedades especiales como resistencia al lavado, comportamiento a alta carga, antidesgaste o anticorrosión?
  • Frecuencia de mantenimiento: ¿Buscas una grasa de larga duración para reducir la necesidad de relubricación?
  • Certificaciones necesarias: ¿El lubricante está certificado como grasa H1 o grasa NSF H1, apta para contacto incidental con alimentos?

Una evaluación superficial puede llevar a elegir un producto que no cubra adecuadamente las necesidades del entorno de producción, con el riesgo de provocar fallos prematuros o incluso contaminación alimentaria.

Por eso, en muchos casos lo más recomendable es realizar una auditoría de lubricación. Este análisis técnico permite identificar los puntos críticos de engrase, las condiciones específicas de cada aplicación y determinar con precisión la grasa alimentaria industrial más adecuada para cada equipo.

🔎 ¿Quieres profundizar más en este tema? No te pierdas nuestro artículo especializado: ¿Cómo elegir la grasa correcta para tus equipos?

 


 

Collage de grasa alimentaria NSF 3H en diferentes formatos con salpicadura de grasa de fondo.

Grasas alimentarias Interflon

En Interflon, comprendemos los desafíos únicos que enfrenta la industria alimentaria: desde condiciones operativas extremas hasta exigencias normativas cada vez más estrictas. Por eso, desarrollamos y suministramos grasas alimentarias de alto rendimiento que no solo garantizan la seguridad alimentaria, sino que también optimizan el rendimiento de tus equipos.

Nuestra gama de grasas está formulada con tecnología MicPol®, una innovación propia que crea una película lubricante seca, duradera y adherente, lo que reduce significativamente la fricción, el desgaste y la necesidad de relubricación. Esta tecnología es especialmente valorada en aplicaciones donde la limpieza, la eficiencia energética y la fiabilidad son prioritarias.

GRASAS ALIMENTARIAS INTERFLON

 

Contamos con una amplia gama de grasas aptas para uso alimentario, formuladas bajo los más altos estándares de seguridad e higiene. Estas grasas alimentarias están registradas en la NSF y cumplen con los requisitos de calidad establecidos por sistemas como HACCP, IFS y BRC, garantizando su idoneidad para entornos de producción exigentes. Si deseas conocer más sobre nuestras certificaciones y normativas aplicables, consulta aquí:

CERTIFICACIONES INTERFLON

 


 

Solicita asesoramiento técnico especializado

🔍 ¿Buscas mejorar la fiabilidad de tus equipos, reducir averías o seleccionar el lubricante más adecuado para tus condiciones operativas?

Nuestro equipo de expertos en lubricación te ayudará a identificar la solución óptima para tus aplicaciones, con productos que maximizan el rendimiento y reducen los costes operativos.

📩 Rellena el formulario de contacto y recibe una propuesta técnica adaptada a las necesidades de tu planta o maquinaria.

 
Consentimiento 
Interflon utilizará cualquiera de los datos proporcionados de acuerdo con nuestra Declaración de privacidad.
Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la Política de privacidad y los Términos de servicio de Google.