Prolonga la vida útil de los cables de acero y mejora su seguridad con estrategias clave de inspección, lubricación adecuada y almacenamiento óptimo.
Cómo lubricar cables de acero para evitar desgaste y roturas
El correcto mantenimiento y lubricación de los cables de acero garantizan su seguridad y eficiencia. Debido al peligro que supone su rotura es necesario poner especial atención a su cuidado. La prevención es clave para asegurar que los cables de acero sean seguros y proporcionen su máximo rendimiento.
El cable de acero es un elemento fundamental en muchas aplicaciones industriales, siendo utilizado por una amplia variedad de industrias, que van desde la construcción o la metalurgia, hasta la industria naval. Generalmente, los entornos de trabajo de los cables de acero son adversos, exigentes, y propensos a impactar en los cables, acelerando su desgaste. Las temperaturas extremas, el agua del mar, las tensiones, presiones altas, entre otros condicionantes, hacen menguar su durabilidad y seguridad. Esta adversidad hace que el mantenimiento de los cables de acero sea necesario, pues ello garantiza la seguridad de su función, minimizando los riesgos que se derivan del desgaste y la corrosión, a la vez que se prolonga su vida útil.

¿Qué son los cables de acero?
En la estructura de los cables, es esencial comprender que, en última instancia, se constituyen a partir de un único componente fundamental, los alambres. Sin embargo, la diversidad y funcionalidad de los cables surgen de las variadas combinaciones y agrupaciones de estos alambres. Es la disposición en forma de trenzas o cordones lo que da origen a un torón, y la combinación de varios de estos torones forma el cable en su totalidad.
El alma, como el eje central, sirve de base para enrollar los torones, los cuales están compuestos por alambres y componentes básicos del cable, pudiendo variar en calibre según el uso al que se destinen.

¿Cómo garantizar la seguridad de los cables de acero?
La principal preocupación en el uso de cables de acero radica en su seguridad, puesto que su mal estado genera grandes riesgos. Estos riesgos deben minimizarse, realizando un correcto control de inspección, así como un adecuado mantenimiento, lubricación y almacenamiento. Con estas tres prácticas no sólo se conseguirá disminuir los riesgos en accidentes, sino que, también se garantiza una mayor durabilidad y eficiencia.

Revisiones de control
Las inspecciones son esenciales para garantizar la integridad continua de los cables de acero. La frecuencia en que deben realizarse dependerá de sus características, estado, condiciones del ambiente de trabajo y frecuencia de uso. También es necesario tener en cuenta que los principales motivos de desgaste de los cables de acero son: la abrasión o frotamiento, la corrosión, la fatiga del metal y la suciedad.
Al realizar las inspecciones se deberán controlar los siguientes factores:
- Las retorceduras del cable: Si los cables no pueden ser enderezados con la mano, estos tienen que ser sustituidos.
- La fatiga del cable: Según su tipo de construcción, así como su tipo de cableado o arrollamiento, los cables tienen una capacidad de resistencia a la fatiga. Dicho de otra forma, su capacidad de soportar el trabajo en frío que se genera al doblar cíclica o repetidamente los alambres. Por ejemplo, su paso por máquinas como poleas o grúas puede desgastar su flexión, siendo mucho más susceptibles de rotura.
- El estiramiento del cable: Conforme transcurre el tiempo y se incrementan las cargas, los cables experimentan un mayor alargamiento del que sería óptimo, indicando la necesidad de reemplazarlo.
- La corrosión del cable: En muchas ocasiones, la corrosión empieza dentro del mismo cable y es de difícil detección. Una incorrecta o insuficiente lubricación provoca mayor fricción y desgaste causando la corrosión. Cuando el óxido y las picaduras son severas es imprescindible el remplazo.
- La abrasión del cable: La resistencia a la abrasión es la capacidad que tienen los cables de soportar el desgaste que se produce debido al roce o la fricción con otra superficie, como entre el cable y la polea, o entre el cable y la parte remolcadora. Esta abrasión puede ser peligrosa si se excede a un tercio del diámetro original.

La lubricación
Una correcta lubricación reduce el desgaste y el desprendimiento de los alambres, y por tanto el riesgo de accidentes, mejorando como resultado la durabilidad y seguridad del cable, pudiendo alargarse su vida útil hasta 2 o 3 veces más. Para ello es necesario seguir los siguientes pasos:
- Limpieza: Una limpieza minuciosa favorece el proceso de lubricación, ya que es imprescindible que la superficie esté completamente limpia antes de lubricar. Las técnicas de raspado, lavado a alta presión o vaporización facilitan la eliminación de la suciedad acumulada. En entornos húmedos, el óxido debe eliminarse cepillando el cable con cepillos de alambre
- Elegir el lubricante más adecuado: Para una correcta elección es necesario tener presentes las condiciones de trabajo del cable. Los cables que están en el exterior están expuestos a mayor contaminación por polvo, agua o temperaturas inestables y ello obliga a utilizar lubricantes con mayor penetración y características especialmente diseñadas para soportar estas condiciones. La corrosión externa es fácilmente identificable pero la interna es una amenaza oculta que debe ser tratada con atención. Para poder acceder a las en hendiduras y espacios pequeños se tienen que utilizar lubricantes penetrantes que lleguen hasta al alma del cable.
- Aplicar el lubricante: Para cables de gran tamaño, como los utilizados en grúas, es imprescindible emplear herramientas de lubricación que simplifiquen la labor para los operarios. El sistema Viper ofrece una solución completa de limpieza y lubricación de cables, con la capacidad de lubricar hasta 2.000 metros de cable por hora, asegurando una distribución uniforme del lubricante, evitando la formación de grumos, goteos o desperdicios, al mismo tiempo que reduce significativamente tanto el tiempo como los costes en mano de obra. Otra opción para la lubricación en este tipo de cables que deben ser lubricados con aceite es utilizar el pulverizador o pistola portátil Graco Ultramax que permite la lubricación inalámbrica sin aire, ofreciendo un acabado impecable sin necesidad de dilución.
El almacenamiento
Al almacenar los cables se deben tener presentes algunos factores que pueden ser perjudiciales para su cuidado y que podrán perjudicar su rendimiento y buen estado:
- Antes de almacenar los cables de acero, se deben limpiar y lubricar, además si tienen que permanecer un tiempo considerable en el almacén, es necesario repetir este proceso de mantenimiento periódicamente.
- Es recomendable almacenar los cables por encima del suelo, en lugares ventilados y secos para evitar la corrosión y el polvo. Así mismo alejarlos de ambientes dañinos: humos químicos, vapores etc.

Mejor lubricante para cables de acero
La lubricación de los cables de acero es fundamental para su rendimiento y durabilidad en diversas aplicaciones industriales. La elección del producto adecuado de lubricación depende de varios factores, como el ambiente de trabajo, las cargas que deben soportar y la necesidad de protección contra la corrosión, el polvo, la humedad y las presiones extremas. A continuación, exploramos la gama de productos Interflon diseñados para abordar estas necesidades específicas, desde lubricantes en aerosol hasta grasas especializadas, garantizando una lubricación eficaz y una protección duradera para los cables de acero en una variedad de entornos desafiantes
- Interflon Lube TF: Adecuado para aplicaciones sobre el agua, este lubricante en aerosol proporciona una excelente protección contra el desgaste y la humedad. Sus extraordinarias capacidades de penetración y propagación garantizan una lubricación eficaz tanto del interior como del exterior de los cables de acero.
- Interflon Lube EP: Formulado para soportar presiones extremas, este lubricante ofrece beneficios similares al Lube TF, pero está diseñado específicamente para condiciones operativas desafiantes.
- Interflon Food Lube: Este lubricante, con clasificación NSF H1 y certificación kosher y halal, es adecuado para aplicaciones en las industrias de alimentos, bebidas, farmacéutica, cosmética y alimentación animal. Comparte propiedades similares con Lube TF y cumple con los estrictos estándares de la industria.
- Interflon Fin Grease: Al aplicar este lubricante, disponible en aerosol, se expande hasta convertirse en una grasa, lo que lo hace ideal para aplicaciones que requieren una solución más viscosa.
- Interflon Grease OG: Diseñado para cables en exteriores y bajo el agua, así como para mecanismos de accionamiento con cargas pesadas, esta grasa de complejo de calcio y litio ofrece una excelente adhesión al metal y resistencia al lavado. Su amplio rango de temperatura y su compatibilidad con los sistemas neumáticos de pulverización lo convierten en una opción versátil.
Solicita asesoramiento técnico especializado
🔍 ¿Buscas mejorar la fiabilidad de tus equipos, reducir averías o seleccionar el lubricante más adecuado para tus condiciones operativas?
Nuestro equipo de expertos en lubricación te ayudará a identificar la solución óptima para tus aplicaciones, con productos que maximizan el rendimiento y reducen los costes operativos.
📩 Rellena el formulario de contacto y recibe una propuesta técnica adaptada a las necesidades de tu planta o maquinaria.